jueves, 30 de mayo de 2013

3.3 EL CARDENISMO. EL PRESIDENCIALISMO. ORGANIZACIONES SINDICALES Y CAMPESINAS DESIGUALDAD Y MOVIMIENTOS SOCIALES.



Aprendizaje esperado
Reconoce las causas de la desigualdad, el descontento político y la importancia de la participación social.
 
EL CARDENISMO EL PRESIDENCIALISMO. REFORMA AGRARIA.
El cardenismo

Lázaro Cárdenas gobernó entre 1934 y 1940, y en esos años transformó al partido revolucionario, aceleró el reparto de tierras y nacionalizó el petróleo. Su gobierno fue uno de los más influyentes y polémicos del siglo XX mexicano.
Cárdenas introdujo cambios muy importantes en la estructura y el modo de operar del Estado posrevolucionario. No estaba de acuerdo con muchas de las posturas de Plutarco Elías Calles, que desde 1929 había dominado la escena política como Jefe Máximo de la revolución, que había avivado el fuego de la guerra cristera y quería poner fin al reparto agrario. El presidente michoacano, apoyándose en el partido, puso fin a las intervenciones de Calles en los asuntos de gobierno y logró incluso que saliera del país. A partir de entonces, los ex presidentes se retiraron de la escena política, dejando mayor libertad y poder al presidente en turno. Asimismo, incluyó en el partido a campesinos y obreros a través de la Confederación Nacional Campesina (CNC, 1938) y la Confederación de Trabajadores de México (CTM, 1936) con lo cual amplió las bases de esta organización política —cuyo nuevo nombre sería Partido de la Revolución Mexicana (PRM)— y su presencia a nivel nacional.

PRESIDENCIALISMO


El caudillismo terminó hasta mediados de la década de 1930, cuando se sustituyó por el presidencialismo, sistema que obstaculizó la unidad revolucionaria e impidió que los grupos pudieran alternar en el poder de manera pacífica Con el tiempo, el partido oficial cobró fuerza y cambió varias veces de nombre.
En 1938 se convirtió en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), y en 1946, en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), además se mantuvo en la presidencia durante más de setenta años. Sus objetivos fueron asegurar el acceso al poder de “la revolución” y de su gente, así como construir un Estado fuerte que garantizara la estabilidad necesaria para el crecimiento económico y condujera el destino de todos los grupos sociales. Aunque muchos ideales no se cumplieron y se volvió un partido único y autoritario.

Los integrantes del partido sacrificaron las metas democráticas de la revolución y construyeron un sistema político alrededor del partido oficial, que tenía la llave del poder y aseguraba la colaboración entre los distintos actores políticos: los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, la federación y los estados. La revolución
y la Constitución de 1917 —con múltiples reformas— sirvieron de marco a las palabras y acciones de los hombres del poder.
Las elecciones y la división de poderes se mantuvieron formal mente a lo largo de siete décadas. Sin embargo, en elecciones presidenciales, el partido nunca obtuvo menos del 74% de los votos. El control del poder se dio a través de alianzas con líderes de grupos diversos, la manipulación de la opinión pública y el fraude electoral. Para acceder a puestos de autoridad, había que ser miembro del partido oficial y acatar sus reglas escritas, como la no reelección, y las no escritas, como la autoridad incuestionable del presidente.

México contemporáneo
En esta etapa de México, se promulgó la Constitución de 1917, los ejércitos de Villa y Zapata fueron derrotados, Carranza fue el primer Presidente electo, en el gobierno de Lázaro Cárdenas se realizó la expropiación petrolera.
La reconstrucción del país
La Constitución fue promulgada en 1917, pero en algunas regiones de México la guerra continuó hasta 1920. Cuando terminó, muchas cosas habían cambiado. El país quedó en manos de una nueva generación de hombres y mujeres fogueados en la revolución.
Las huellas de la destrucción eran palpables en la agricultura, las minas, las fábricas y el comercio; los caminos, los puentes, las vías de ferrocarril, los cables del telégrafo, y muchas otras instalaciones.
Muchos soldados y civiles murieron en las batallas, o a manos de los bandidos que aprovechaban el desorden, o por el hambre y las epidemias que provocó la lucha. Muchos hombres y mujeres salieron del país, sobre todo a los Estados Unidos de América, para buscar trabajo, o perseguidos por sus enemigos políticos.
Otros se fueron a vivir a las ciudades, en especial a la capital, porque eran más seguras. En 1910 México tenía algo más de quince millones de habitantes; en 1921, contaba con poco más de catorce millones. Entre muertos, desaparecidos y exiliados, durante la revolución la población del país disminuyó en aproximadamente un millón de personas.
Las actividades productivas estaban paralizadas. Lo único que seguía funcionando con cierta regularidad eran los campos petroleros y algunas minas, que eran propiedad de extranjeros y fueron respetados para que no hubiera dificultades con los gobiernos de sus países.
Se restablece la paz
El orden retornó poco a poco. Los ejércitos de Zapata y de Villa fueron derrotados, pero en Morelos y en Chihuahua las guerrillas siguieron peleando contra los carrancistas, aun después de que Zapata fue traicionado y asesinado, en 1919. Villa firmó la paz con el gobierno en 1920. Recibió el Rancho de Canutillo, en Durango, y se retiro allí. En 1923 fue asesinado en una emboscada, en Hidalgo del Parral, Chihuahua.
Carranza fue el primer presidente electo después de que se promulgó la Constitución de 1917. Al final de su mandato (de cuatro años entonces, y no de seis como ahora) Carranza no logró convencer a los jefes revolucionarios de que apoyaran a su candidato para las siguientes elecciones. En consecuencia, los generales Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles organizaron la Rebelión de Agua Prieta, llamada así por la población en donde se inició, en el estado de Sonora.
Carranza se retiró y escapó con algunos de sus hombres rumbo a Veracruz, dispuesto a resistir. Fue asesinado, en la sierra de Puebla, en un pequeño poblado llamado Tlaxcalantongo, en mayo de 1920.
Al triunfo de la rebelión, Adolfo de la Huerta fue nombrado presidente interino y consiguió que los generales zapatistas y el mismo Villa dejaran las armas. Así se consiguió la paz en el país y pudieron convocarse unas nuevas elecciones presidenciales, en las que triunfó Álvaro Obregón.
Fuente: SEP, Historia Cuarto grado, México, 2009. pag. 161-162.
Del campo a la ciudad 
Lázaro Cárdenas llegó a la presidencia el 1º de diciembre de 1934. En su gobierno, se propuso cumplir algunas de las promesas de la revolución. El problema de los campesinos fue el que más le preocupó y durante su régimen se expropiaron grandes latifundios para repartir esa tierra entre quienes la trabajaban; se fundaron ejidos y se dedicó más dinero para atender al campo. Cárdenas se preocupó por multiplicar las escuelas, sobre todo rurales, y por impulsar la enseñanza técnica. Amplió la red de carreteras y dio facilidades para que creciera la industria nacional.
Los años treinta fueron difíciles. En 1929 se inició un empobrecimiento de la economía en todo el mundo. Europa vivía en crisis. La tensión entre los diversos países crecía día a día.
En España, la rebelión de una parte del ejército contra el gobierno de la república provocó la Guerra Civil (1936-1939) y obligó a miles de españoles a salir de su país. Muchos de ellos fueron recibidos por México y enriquecieron la vida del país, sobre todo en el terreno de la educación, la ciencia y las artes.
Para mejorar la economía de México, el gobierno impulsó la formación de industrias. Se abrió un banco para prestar dinero a los campesinos y se fundó el Instituto Politécnico Nacional para mejorar la enseñanza técnica.
Los años treinta fueron de intensa actividad cultural. En ese tiempo se crearon, entre otros organismos, el Fondo de Cultura Económica (una de las editoriales más importantes de Latinoamérica) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Con la llegada de los refugiados españoles, se estableció La Casa de España en México, que después se convertiría en el Colegio de México. El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura se fundarían en la década siguiente.
Un grupo de poetas y ensayistas, llamados los contemporáneos (Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Carlos Pellicer y José Gorostiza, entre otros), hicieron participar a la literatura mexicana de las formas literarias más modernas, mientras otros autores escribían en un estilo realista sobre la vida y los problemas de los obreros y los indígenas. En ese tiempo, además, aparecieron muchas e importantes obras sobre la revolución y sus consecuencias, como El águila y la serpiente (1928) y La sombra del caudillo (1929), de Martín Luis Guzmán, y Ulises Criollo (1936), de José Vasconcelos.
La nacionalización del Petróleo
Después de la Revolución Industrial, las empresas petroleras internacionales fueron aumentando su popularidad e importancia dentro de la vida económica de diversos países, entre ellos México.
Durante la dictadura porfiriana se consideraba esencial para el desarrollo del país la participación de capitales extranjeros, ellos se encargarían de desarrollar nuestros recursos naturales. En este tiempo los inversionistas extranjeros tuvieron todas las facilidades para manejar tales recursos, tenían bajo su control casi a todas las autoridades civiles de la zona petrolera, fijaban los precios que las tiendas de raya ponían a los productos de primera necesidad. Además, las empresas disponían de impuestos para el establecimiento y mantenimiento de sus industrias.
Una vez derrotado el gobierno de PORFIRIO DIAZ y durante la lucha revolucionaria, la industria petrolera se apartó del proceso económico general del país. Durante este tiempo dos empresas extranjeras predominaban en el país: La Standard Oil (Exxon) de origen norteamericano propiedad de Rockefeller, y la Royal Dutch constituida por capital holandés e inglés, así el 60% del petróleo mexicano estaba en manos de compañías inglesas y el 39.2% en manos de norteamericanos.
Después de la Revolución Mexicana y aprobada la Constitucion de 1917 el artículo 27 señaló el derecho de la nación a tener en propiedad exclusiva la tierra, el subsuelo y las aguas en los límites del territorio mexicano; lo cual se oponía a los intereses de los extranjeros.
En 1935, las empresas de capital extranjero, trataron de impedir que se formaran sindicatos, sin embargo se logró crear sindicatos en las compañías, pero las condiciones de trabajo entre ellas eran muy diferentes.
El 27 de diciembre de 1935 se formó el Sindicato Único de Trabajadores Petroleros. El 29 de enero de 1936, este sindicato se incorporó al Comité de Defensa Proletaria, y de la cual surgió, la Confederación de Trabajadores de México (CTM). El 20 de julio de 1936, el Sindicato Único de Trabajadores Petroleros realizó su primera convención, y formuló un proyecto de contrato general con todas las compañías y convocó a huelga para exigir su cumplimiento.
Lázaro Cárdenas que era el presidente de México tuvo que intervenir a fin que las compañías firmaran dicho contrato, pero no tuvo éxito y la huelga se pospuso hasta 6 meses esperando que se firmara. Así el 28 de mayo de 1937 estalló la huelga, lo que paralizó al país entero ya que no se despachó gasolina en doce días. El presidente hizo un llamado a la nación para que la huelga terminara pero los trabajadores se negaron. Luego las compañías declararon que no tenían fondos para cumplir las demandas de los

trabajadores; dicho esto se mandó investigar y se llegó a la conclusión de que “la industria petrolera mexicana produce rendimientos muy superiores a la de Estados Unidos”.
Así el 18 de marzo de 1938, el Presidente Lázaro Cárdenas reunido con su gabinete anunció su decisión de expropiar la industria petrolera. Dos horas después, en todas las estaciones de radio de la República, Cárdenas habló al país entero y le comunicó que se llevaba a cabo la expropiación de las empresas petroleras ante la negativa en su negativa a someterse a las leyes nacionales. Días después el país entero apoyó a Cárdenas, y se hizo una enorme manifestación en su apoyo, a la que se dice asistieron cerca de cien mil personas.
Las diversas compañías se fundieron en una sola, dirigida por el gobierno, que se llama Petróleos Mexicanos (PEMEX). El gobierno estadounidense, interesado en mantener buenas relaciones con México, pues había el peligro de que estallara una gran guerra en Europa, aceptó la decisión del presidente Cárdenas. Sin embrago, México tuvo que resistir que por un tiempo ningún país quisiera comprarle petróleo ni plata. Y las compañías petroleras exigieron que el pago por la expropiación fuera de inmediato. Fue impresionante la manifestación de solidaridad, las colectas públicas recaudaron el dinero indispensable para indemnizar a las compañías afectadas, las que para 1943 habían ya aceptado las compensaciones.

El éxito de la expropiación, no dependió únicamente de la habilidad del régimen para calmar a la oposición, sino de su capacidad para mantener funcionando esta industria a pesar de la ausencia de personal capacitado. El país no contaba con técnicos que pudieran tomar dirección de la industria petrolera. Durante los primeros años el gobierno tuvo que depender casi por entero del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). Durante los primeros años después de la expropiación, surgieron muchos conflictos provocados por la lucha entre el gobierno y el sindicato por su control y administración; existieron varias amenazas de huelga y actos de sabotaje; pero finalmente el gobierno logró imponer su punto de vista.
Desde entonces la industria petrolera aporta una cantidad considerable de ingresos a la economía nacional debido a los grandes volúmenes de exportación, además de generar empleo para miles de trabajadores.


LA REFORMA AGRARIA
Antecedentes
El movimiento reformista agrario que se inicia en México con la Revolución de 1910 encauzada por Don Francisco Madero, Emiliano Zapata y Venustiano Carranza, así como de Pancho Villa, cada uno con sus propias modalidades y a su manera, puede considerarse como la reforma agraria precursora de las otras que varias décadas después se llevaran a cabo en los países de Hispanoamérica, por gobiernos de derecho o institucionales, con mayor o menor intensidad, duración y efectividad.
A partir de este año la concentración de la riqueza y de la propiedad y la violencia de los órganos de represión del Estado, abrieron cause de las demandas para moderar la desigualdad, recuperar las tierras expropiadas injusta e ilegalmente a las comunidades, elevar los salarios de los obreros y mejorar en general las condiciones de vida de la población, a raíz de la dictadura de Porfirio Díaz.
Y es así como las exigencias de la sociedad se concretó en planes y leyes que tuvieron un carácter agrario.
La mayoría de los campesinos se levantaron en armas, con el Plan de San Luis Potosí, en el cual estaba mencionado la promesa de devolvérseles a éstos las tierras que les fueron despojadas. Pero aunque el levantamiento triunfó, no se cumplieron las promesas agrarias, generando inconformidad entre diversos líderes y caudillos.
Y el mejor logro obtenido de la revolución triunfante fue el enfrentar y quebrantar el latifundio a ultranza representado por la hacienda que constreñía al campesino y lo mantenía sometido a los designios del hacendado.
Instituciones coloniales, como la Encomienda, la Composición y la Confirmación, propiciaron la concentración de la propiedad de muchas tierras en manos de pocos. Esto iba cada vez más en detrimento de la disponibilidad de parcelas familiares o las de uso comunal como los Ejidos.
El Ejido, es la piedra angular de la concepción reformista agraria Mexicana, constituye una propiedad colectiva, titulada por el núcleo campesino y comprende tierras de cultivo, tierras urbanas y tierras propiamente comunales.
Con la frustrada intención de recuperar tierras cuya posesión se prohibía a las corporaciones religiosas y civiles, y adjudicarlas entre los arrendatarios de las mismas, en 1856 se expidió la llamada Ley de desamortización, permitiéndose el denuncio de esas tierras a cambio de una octava parte de su valor.
Sin embargo, como muchos campesinos no se atrevían a usar este derecho por una especie de temor reverencial, los terratenientes sí lo hicieron y agrandaron así el latifundio a expensas de los pequeños y numerosos usufructuarios.
Para 1875 se expidió una Ley de Colonización que permitió compensar con la tercera parte del deslinde de tierras baldías, a compañías organizadas para tal efecto.
Proceso de la Reforma Agraria
El proceso de la reforma se inició con la Ley Agraria del 6 de enero de 1915, emitida por Carranza en Veracruz, la cual ordenó la restitución de tierras arrebatas a raíz de la legislación de julio de 1856 y estipuló la dotación para aquellos pueblos que carecieran de ella.
Asimismo, estipuló la creación de la Comisión Nacional Agraria por cada estado o territorio de la federación, y de los comités particulares ejecutivos que en cada entidad federativa se considerasen necesarios.
Los postulados de la Ley reformista de 1915, se incorporaron más tarde en el artículo 27 de la Constitución Mexicana de 1917, que consagra como principio fundamental el dominio original del Estado sobre las tierras y aguas de la Nación y la facultad del mismo para regular la distribución y aprovechamiento de tales recursos, reconoció la propiedad comunal, la restitución de tierras a las comunidades que hubiesen sido despojadas.
La expropiación con fines de restitución y dotación respetaría únicamente las propiedades legalmente establecidas que no excedieran de 50 hectáreas de tierras de primera calidad.
Se responsabilizó a los estados y territorios de la República para fijar la extensión máxima de tierra de que puede ser dueño un solo individuo o sociedad legalmente constituida y a fraccionar los excedentes que serían adquiridos por el Estado, mediante el pago con bonos que constituirían la deuda agraria.
Dejando así establecidas las bases legales para una profunda Reforma Agraria.
En los años que van de 1920 a 1934 se consideró al ejido como una forma transitoria que deberían culminar en la formación y consolidación de una pequeña propiedad, se inició la formación de diversas instituciones con las que se pretendió hacer de la reforma agraria un proceso integral y proveer a los nuevos propietarios con la infraestructura necesaria, se creó la Comisión Nacional de Irrigación y el Banco Nacional de Crédito Agrícola.
A pesar de las reparticiones de las tierras comprendidas en este periodo, no pusieron fin al latifundio como unidad central del sistema de producción agrícola.
En 1934 se efectuaron diversas reformas jurídicas: se modificó el Art. 27 de la constitución, para señalar las afectaciones de tierra se realizaron respetando la pequeña propiedad agrícola en explotación; se creó el Departamento Agrario, en sustitución de la Comisión Nacional Agraria, y se instituyeron las Comisiones Agrarias Mixtas en cada entidad federativa, en las cuales tendrían participación las organizaciones campesinas.
A partir de este año se inició un cambio radical de la estructura de la tenencia de la tierra, el ejido fue concebido como el eje principal para emprender una transformación de fondo, se efectuó el mayor reparto agrario hasta entonces, afectando las haciendas de las zonas de agricultura más prósperas del país.
Durante los años de 1930 a 1966 la producción agrícola de México creció más rápidamente que su población, contribuyendo significativamente al desarrollo general del país. El crecimiento sostenido de la agricultura se basó tanto en el reparto agrario cardenista como en la fuerte inversión pública destinada a este sector.
A partir de 1966 el proceso de urbanización que experimentó el país modificó los hábitos de consumo alimenticio y, con ello, la demanda de algunos productos agrícolas.
Para la década de 1970 se presentó una gran confluencia de distintas fuerzas campesinas en demanda de tierra: avecindados e hijos de ejidatarios buscaron la ampliación de los ejidos o nuevas dotaciones; jornaleros y trabajadores rurales migrantes, demandaban la afectación de latifundios simulados, y las comunidades indígenas persistían en rescatar tierras que poseyeron ancestralmente.
Para final de los esta década la situación del campo era crítica, el medio rural presentaba serios atrasos frente al urbano, tanto económicamente, como en la dotación de servicios con que contaba, los ingresos de la población y en todos los indicadores del bienestar social, familiar y personal.
A partir del año 1980, la profundización de la crisis económica general del país agravó la incapacidad del Estado para destinar recursos públicos a este sector, el cual había sido enteramente de la inversión pública.

CONSECUENCIAS
El 1 de noviembre de 1991 el Presidente Salinas envió un proyecto de reformas del Art. 27 de la Constitución, la cual fue efectuada el 6 de enero de 1992, que iba a proponer:

  • Promover la justicia y la libertad en el campo
  • Proteger el ejido.
  • Que los campesinos fueran sujetos y no objetos del cambio.
  • Revertir el minifundio e impedir el regreso del latifundio.
  • Capitalización del campo, dando certidumbre a la tenencia de la tierra.
  • Rapidez jurídica para resolver rezagos agrarios, creándose tribunales agrarios que hagan pronta y expedita la justicia.
  • Comprometer recursos presupuéstales a crecientes al campo, para evitar la migración masiva a las grandes ciudades, generando empleos en el medio rural.
  • Se crea el seguro ejidatario.
  • Se creará el fondo para empresas de solidaridad.
  • Resolver la cartera vencida con el Banrural y aumentar los financiamientos al campo.
Esta reforma estuvo seguida por la promulgación de la Ley Agraria y la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios.
La Ley Agraria determinó la creación de la Procuraduría Agraria, como organismo público descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonios propios, y la transformación del Registro Agrario Nacional, en un órgano desconcentrado de la Secretaria de la Reforma Agraria.
Y a través de la Ley Orgánica se crearon los Tribunales Agrarios, como órganos federales con plena jurisdicción y anatomía, para dictar sus fallos en materia agraria en todo el territorio nacional.


LOS MOVIMIENTOS POLÍTICOS, SOCIALES Y GREMIALES
Una vez terminada la lucha armada, fue prioritario para el Estado mexicano posrevolucionario mantener la estabilidad económica y política en el país, ya que solamente así lograría consolidar su poder. Una de las medidas de las que se valió para alcanzar dicha estabilidad fue otorgar ciertas concesiones a las clases trabajadoras, pues de esa forma podría ejercer sobre ellas un control total.
Las organizaciones campesinas y obreras surgieron, originalmente, como organizaciones autónomas cuyo objetivo era velar por el cumplimiento de las mejoras a las condiciones de trabajo y de vida de los sectores agrario y laboral plasmadas en la Constitución de 1917. Sin embargo casi de inmediato fueron controladas por el Estado. Recordemos que durante la presidencia de Carranza surgió la inquietud para que se fundara una organización sindical que representara al mayor número de sindicatos del país, lo que dio origen a la fundación de la CROM como la primera confederación de trabajadores con carácter nacional en marzo de 1918.
Durante los gobiernos de Álvaro Obregón
y de Plutarco Elías Calles
surgieron diversos Clubes Agraristas que pretendían unificar a los trabajadores del campo de todo el país. Posteriormente, en 1933, se conformó la Confederación Campesina Mexicana (CCM), que fue el antecedente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) creada por un decreto del presidente Lázaro Cárdenas, quien gobernó entre 1934 y 1940; ésta agrupó a todos los trabajadores del campo del país y constituyó la organización campesina más poderosa del país en las siguientes décadas.
Describe los cambios de un régimen de caudillos a uno presidencial y la importancia de las políticas sociales en su desarrollo.
Para muchos observadores, el orden social y la institucionalización política, aunados al “milagro económico”, promovidos por los gobiernos “revolucionarios” de la primera mitad del siglo XX eran logros notables. No obstante, no faltaron críticos del sistema que expresaron su rechazo a través de la pluma, la oposición política y la participación en movimientos sociales o gremiales. A lo largo del periodo posrevolucionario, intelectuales como Daniel Cosío Villegas apuntaron los peligros del autoritarismo. Algunos miembros de la clase media y grupos católicos buscaron poner freno a un Estado excluyente que, a sus ojos, se imponía sobre las libertades y las creencias de los ciudadanos. Por su parte, las organizaciones de trabajadores exigían que se cumplieran las promesas de la Revolución que sentían traicionadas por una realidad en la que persistían la pobreza, la desigualdad, el abuso del poder y la corrupción.
Así, surgieron movilizaciones importantes con distintas aspiraciones e intereses, como los grupos de inquilinos que se opusieron al alza de rentas o los de padres de familia católicos que protestaban en contra de la enseñanza con perfil socialista, la educación sexual y el libro de texto único. Por otra parte, grupos de trabajadores, como los ferrocarrileros y los médicos, en las décadas de 1950 y 1960, lucharon en contra de una estructura sindical que, en su opinión, servía más a las ambiciones del partido en el poder que a los intereses de los trabajadores. También se formaron partidos de oposición, como el Partido Comunista (fundado en 1919, aunque careció de reconocimiento legal, excepto durante el régimen de Cárdenas, entre 1925 y 1979), el Partido Acción Nacional (1939), el Partido Popular Socialista (1946) y el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (1954).
El partido único fue un fundamento del control del sistema político en 1920 y 1930.
Surgieron grupos que opusieron el control absoluto del gobierno.
Hubo cambios en el sexenio que dieron pie al surgimiento de movimientos políticos.
En 1939 Juan Andrew Almazán lanzo su candidatura por la presidencia contra el PRM
Los intentos de los sindicatos por tener ms independencia fueron contestados con el envío de fuerza pública.
En 1958 el sindicato ferrocarrilero inicio un movimiento para sustituir a su líder sindical y obtener un mejor salario.
En el campo hubo descontento por el control ejercido por el partido único.
Campesinos inconformes se agruparon en torno a la CCI en 963.
La CCI busco representar las demandas de los campesinos.


- DESIGUALDAD Y MOVIMIENTOS SOCIALES. ORGANIZACIONES SINDICALES Y CAMPESINAS.

EXPLOSIÓN DEMOGRÁFICA
La evolución de la población mexicana de 1940-1980 se divide en dos etapas, la primera fue de 1930-1970 y se caracterizó por el crecimiento de la población que ha llevado a hablar de una explosión demográfica, la segunda se caracteriza por la paulatina disminución del ritmo de crecimiento demográfico.
Entre 1930 y 1970 la población de México se multiplico por 3, en ese entonces la tasa de fecundidad era de 6 hijos por mujer.
De 1980 en adelante el ritmo de crecimiento de la población se hizo más lento.
Hubo factores que contribuyeron a la reducción de la natalidad, como los siguientes:
Las políticas analistas por parte de los gobiernos, ante la demanda de los servicios básicos y los pocos recursos del estado.
La incorporación d la mujer a la vida laboral y académica.
El uso de métodos anticonceptivos.
El deterioro de la población mexicana en 1070 hizo incierto el futuro del país.

MIGRACIÓN INTERNA
El crecimiento demográfico fue más notorio en las ciudades, pues hay la población se concentró.
En las ciudades se encontraban mejores oportunidades laborales ya que estaba en proceso de industrialización y pedían trabajadores para realizar tareas. En el año de 1940 en la ciudad de México en 46 % de los habitantes de la ciudad eran de fueras.
El crecimiento demográfico fue tan grande de tal manera que si en 1940 había cinco ciudades mexicanas con 100 mil habitantes, para 1970 ya eran 34 las ciudades dentro de este rango.
Los intercambios comerciales con estados unidos impulsaron el hecho de que diversas ciudades del país entraran en un proceso rápido de urbanización.
Las autoridades comerciales hicieron diversos proyectos de urbanización encaminados a dotar los servicios básicos a la creciente población de las ciudades. En este procesos se construyeron edificios de oficinas, comercio y viviendas, también se abrieron diversas vías rápidas y se pavimentaron calles.

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DEL 68 Y  LAS PRIMERAS GUERRILLAS Y DESCONTENTO SOCIAL
En 1960 hubo un movimiento protagonizado por los estudiantes, y sus demandas estaban relacionadas con problemáticas académicas y escolares.
El número de participantes se izó más grande por la fuerza de las demandas.
Los ferrocarrileros apoyaron la lucha de los estudiantes.
Los enfrentamientos entre estudiantes y elementos de la fuerza público se izó cosa de todos los días.
En la plaza de las tres culturas se congregaron miles de estudiantes además de trabajadores y personas al caer la noche tres luces de bengala fueron como una señal para que iniciara un tiroteo que cobro la vida de varios presentes y lastimo a otros más.
El movimiento estudiantil termino con violentamente con varios muertos y desaparecidos.
La guerrilla es un grupo armado que enfrento a las autoridades estatales y federales para hacer valer sus demandas.
Los movimientos se desarrollaron en el campo.
La liga 23 de septiembre opero en la ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
El presente descontento de la sociedad mexicana no pudo ser frenado ni eliminado por el gobierno.

EL VOTO DE LA MUJER Y LA IGUALDAD DE GÉNERO
La conformación de una cultura juvenil evidencio la influencia externa.
La creciente escolaridad de la juventud mexicana de clase media contribuyo a la politización.
Los jóvenes pusieron en tela de juicio el control ejercido por el partido único.
Las jóvenes mexicanas se incorporaron a la vida académica y su presencia en las universidades e institutos de investigación del país fue aumentando.
Las ideas y costumbres que tenían a la mujer solo en la casa fueron perdiendo fuerza a lo largo del siglo XX.
Se reconoció la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.
El 7 de octubre de 1953 se otorgó a la mujer el derecho de votar y ser votada a cualquier cargo de elección popular.
Al iniciar 1970 los espacios de participación económica, política, cultural y social de las mujeres se ampliaron en ampliaron en relación a su situación al comienzo del siglo XX


A lo largo del inicio del siglo XX surgieron muchas problemáticas, pues fue cuando surgió la problemática de los estudiantes (la matanza del 68).
También surgió algo muy importante para la historia de nuestro país, que fue cuando se le otorgo el voto a la mujer y se le dieron derechos, al igual que surgió la igualdad de género y se le dio el derecho a las mujeres a los estudios.
Con la aparición del partido único hubo muchos descontentos al igual que hubo cosas a favor de este, durante el periodo en que el partido único tenía el gobierno surgieron grupos que estaban en contra del control absoluto de este.
Con lo de la migración interna se dio un cambio muy notorio en las ciudades, pues la población de los campos disminuyo y la de las ciudades aumento de manera muy notoria, pues en las ciudades se comenzaban  dar más oportunidades de trabajo pues estas estaban en proceso de urbanización.
Con lo de la explosión demográfica l población también aumento de manera intensa pues hubo una temporada en la que la población se multiplico por tres, pues las mujeres tenían de 5 a 7 hijos por familia.