Aprendizaje esperado
Explica el proceso de la revolución mexicana y la
importancia de la constitución de 1917.
La revolución
mexicana fue de 1910 a 1923, en ella participaron:
*Francisco I.
Madero
*Victoriano
Huerta
*Doroteo Arango
(Francisco Villa)
*Emiliano Zapata
*Venustiano
Carranza
*Álvaro Obregón
*Plutarco Elías
Calles
La revolución se
originó por la desigualdad social y por falta de comida.
Madero junto con
los mexicanos se levantaron en armas contra el dictador Porfirio Díaz el 20 de
noviembre de 1910; Madero quedó como presidente y duro dieciséis meses en
los cuales no logró cumplir o solucionar las causas de la revolución.
Huerta lo apresa
y él se queda como presidente, después Carranza, Villa y Zapata
continuaron la lucha para solucionar las
causas de la revolución.
La
revolución Mexicana
Antecedentes
En 1908, Porfirio
Díaz concedió una entrevista al periodista norteamericano James Creelman, en la
cual afirmó que México ya estaba preparado para tener elecciones libres. La
noticia llenó de optimismo a mucha gente, que de inmediato comenzó a
organizarse para participar en las elecciones de 1910. Surgieron varios
partidos políticos, y se escribieron libros y artículos que discutían la
situación del país y la solución de sus problemas.
Lamentablemente,
Díaz cambió de opinión y se reeligió de nuevo. Pero era ya imposible detener el
deseo de cambio.
Porfirio Díaz fue
presidente de México treinta y un años. Durante ese tiempo, el poder quedó en
manos de un pequeño grupo de personas, encabezadas por Díaz; el pueblo no tuvo
oportunidad de opinar sobre sus problemas ni de elegir a sus gobernantes.
Mientras tanto, había surgido una nueva generación de jóvenes, maestros,
médicos, abogados, ingenieros, agricultores e industriales que querían
participar en la vida política del país y que no podían hacerlo porque todos
los puestos estaban ya ocupados por hombres mucho más viejos que ellos.
Cuando, en 1908, Díaz afirmó que México se encontraba maduro para la democracia, estos jóvenes sintieron que había llegado el momento de participar en la política y se sintieron llenos de entusiasmo.
Cuando, en 1908, Díaz afirmó que México se encontraba maduro para la democracia, estos jóvenes sintieron que había llegado el momento de participar en la política y se sintieron llenos de entusiasmo.
Uno
de esos hombres fue Francisco I. Madero. Había estudiado y viajado fuera de
México, pues venía de una familia de hacendados y empresarios, y no tenía
dificultades económicas. Sin embargo, sabía que muchos mexicanos vivían en
condiciones de extrema pobreza y estaba hondamente preocupado por los problemas
nacionales. Quería participar en el gobierno de su país y decidió entrar en la
política.
Junto con otras
personas que, como él, estaban en contra de que Porfirio Díaz se reeligiera,
Madero fundó el partido Antirreeleccionista, del que fue candidato. Después se
dedicó a viajar por todo el país, para explicar al pueblo de sus ideas
políticas. Desde el tiempo en que Juárez había recorrido el país esto no
sucedía. Madero se hizo muy popular y despertó grandes esperanzas de cambio. Su
campaña creó gran interés en las elecciones de 1910 y que mucha gente deseara
participar en ellas.
Fuente: SEP,
Historia Cuarto grado, México, 2009, pag. 143
El movimiento
maderista
Plan de
San Luis
Madero creía en
la democracia y en la necesidad de renovar el gobierno de acuerdo con las
leyes, pero el éxito de su campaña lo convirtió en un peligro para el gobierno
de Díaz y poco antes de las elecciones de 1910 fue detenido en Monterrey y
encarcelado en San Luis Potosí. Allí recibió la noticia de que Díaz había
vuelto a reelegirse. Mediante el pago de una fianza salió de la cárcel, aunque
debía permanecer en la ciudad, sin embargo, a principios de octubre Madero
escapó a los Estados Unidos de América, donde publicó el Plan de San Luis
Potosí.
En ese documento,
Madero denunció la ilegalidad de las elecciones y desconoció a Porfirio Díaz
como presidente. Se declaró él mismo presidente provisional, hasta que se
realizaran nuevas elecciones; prometió que se devolverían las tierras a quienes
hubieran sido despojados de ellas; pidió que se defendiera el sufragio (voto)
efectivo y la no reelección de los presidentes. También hizo un llamado al
pueblo para que se levantara en armas el 20 de noviembre de 1910 y arrojara del
poder al dictador. La experiencia lo había convencido de que no había otra
manera de lograr el cambio de gobernante.
Comienza la
revolución
El
14 de noviembre de 1910, en Cuchillo Parado, Chihuahua, Toribio Ortega se
levantó en armas con un pequeño grupo de seguidores. El 18 del mismo mes, en
Puebla, fue descubierta una conspiración maderista en la casa de la familia
Serdán. Al resistirse contra la policía y los soldados, Aquiles y Máximo Serdán
perdieron la vida; fueron unos de los primeros mártires de la revolución. Su
hermana Carmen y su madre, que también lucharon, fueron encarceladas. En
Chihuahua, Madero logró que Pascual Orozco y Francisco Villa estuvieran de su
parte. En Morelos sucedió lo mismo con Emiliano Zapata. En la ciudad de México
hubo motines contra Porfirio Díaz.
Ni Orozco ni
Villa tenían preparación militar, pero resultaron ser estrategas excelentes;
los seguía gente del norte, descontenta por la exigencia de latifundios
ganaderos.
En marzo de 1911,
Zapata encabezó a los campesinos de Morelos, que reclamaban sus derechos sobre
la tierra y el agua. En otros lugares de la República hubo también
levantamientos.
El ejército de
Porfirio Díaz, que había mantenido la paz durante treinta años, parecía muy
fuerte, pero en realidad era débil frente al descontento general. En sólo seis
meses las fuerzas maderistas triunfaron sobre las del viejo dictador. La acción
definitiva fue la toma de Ciudad Juárez, por Orozco y Villa. En esa misma
ciudad, en mayo de 1911, se firmó la paz entre el gobierno de Díaz y los
maderistas. Porfirio Díaz renunció a la presidencia y salió del país rumbo a
Francia, donde murió en 1915.
Fuente: SEP,
Historia Cuarto grado, México, 2009, pag. 143-144
El
gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, no reconoció a Victoriano Huerta
como presidente y se levantó en armas. A su ejército se le llamó
Constitucionalista, porque exigía el respeto a la Constitución. La lucha se
extendió por el país, bajo el mando de diversos jefes militares, como Álvaro
Obregón, Francisco Villa, Emiliano Zapata y muchos otros. La agricultura, la
industria y el comercio sufrieron los efectos de la guerra. Hombres y mujeres
abandonaron sus trabajos y se lanzaron a los campos de batalla.
En los ejércitos
revolucionarios cada jefe y cada soldado tenía la esperanza de lograr una
situación más justa. Formaban una tropa poco disciplinada pero entusiasta, en
la que a veces iban familias enteras.
Los ferrocarriles
y los telégrafos fueron decisivos para la revolución. Quien dominaba las líneas
podía transportar ejércitos y cañones, sorprender al enemigo, retirarse
rápidamente, avisar de inmediato lo que sucedía, coordinar los movimientos de
las tropas o despistar a los contrarios.
Huerta había
creído que los Estados Unidos de América lo ayudarían, pero en 1913 el
presidente Woodrow Wilson se negó a reconocer su gobierno. En lugar de eso
envió tropas para ocupar Veracruz. Esta nueva invasión fue rechazada
heroicamente por los habitantes del puerto. Aunque esta intervención, que
estaba dirigida contra Huerta, favorecía al Ejército Constitucionalista,
Carranza protestó. El sostenía, con razón, que los problemas de México debían
resolverlos los mexicanos.
Mientras tanto,
los revolucionarios avanzaban con paso firme. Al frente del Ejército del
Noroeste, Álvaro Obregón bajó desde Sonora por la costa del Pacífico, sin
perder una sola batalla, hasta Guadalajara. Zapata continuó luchando en
Morelos. La División del Norte, comandada por Francisco Villa, derrotó a las
tropas federales en las batallas de Torreón y de Zacatecas.
El movimiento
constitucionalista triunfó. En agosto de 1914, Huerta dejó el país y Carranza
entró en la ciudad de México. Pero no todos los revolucionarios estaban de
acuerdo con que Carranza fuera el Primer Jefe, como se había hecho llamar, ni
qué rumbo debía seguir la revolución. Los caudillos revolucionarios o sus
representantes se reunieron en Aguascalientes, en octubre de 1914, para ponerse
de acuerdo, en la Soberana Convención revolucionaria.
Los
convencionistas decidieron adoptar parte del programa de Zapata sobre el
reparto de tierras a los campesinos y eligieron como presidente interino de la
República a Eulalio Gutiérrez. Los grupos villistas y zapatistas aceptaron esta
decisión, pero Carranza no la acató.
La revolución
quedó convertida en la lucha entre dos bandos irreconciliables: carrancistas,
contra villistas y zapatistas. Al principio pareció que Villa y Zapata
triunfarían, ya que ocuparon casi todo el país y tomaron la capital. Carranza y
su principal general, Álvaro Obregón, se refugiaron en Veracruz. Pero
finalmente el talento militar de Obregón se impuso al de Villa y lo derrotó en
Celaya, en abril de 1915.
Tras nuevas
derrotas, Villa se refugió en la sierra de Chihuahua. En 1916, cuando el
gobierno de los Estados Unidos de América reconoció al de Carranza, Villa
invadió el territorio estadounidense y atacó el pueblo de Columbus, en Nuevo
México. Carranza lo declaró fuera de la ley. Una columna de soldados
norteamericanos entró a México para perseguirlo, pero no pudieron ni siquiera
encontrarlo. La presencia de las tropas extranjeras en México provocó
situaciones difíciles, pero la serenidad de Carranza y su apego a las vías
diplomáticas, evitó que el conflicto creciera.
Carranza y
Obregón triunfaron sobre Villa y Zapata gracias a su capacidad militar. Pero
también porque sabían mejor que sus rivales lo que significaba la unidad
nacional, por encima de los enfrentamientos entre caudillos. Carranza tenía una
clara idea de lo que era una nación. Insistió en la legalidad de su movimiento
y actuó conforme a la ley. Para éste, el nacionalismo y el apego a la ley eran
los valores más importantes.
Fuente: SEP,
Historia Cuarto grado, México, 2009, pag. 150-154
La Constitución
de 1917
A finales de
1916, los revolucionarios se reunieron en Querétaro para reformar la
Constitución de 1857. Finalmente decidieron redactar una nueva, pues las
circunstancias de México en ese momento eran muy diferentes a las que había en
tiempos de Juárez, cuando se hizo la de 1857.
La nueva
Constitución se promulgó el 5 de febrero de 1917. En ella se incorporaron ideas
de todos los grupos revolucionarios. Retomó las libertades y los derechos de
los ciudadanos, así como los ideales democráticos y federales de la de 1857.
También reconoció los derechos sociales, como el de huelga y el de organización
de los trabajadores, el derecho a la educación y el derecho de la nación a
regular la propiedad privada de acuerdo con el interés de la comunidad.
El artículo 3o
constitucional relativo a la educación resalta la integración del individuo a
la sociedad, el carácter laico al desligar a la Iglesia del Estado, el criterio
democrático para el mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, y el
criterio nacional para el aprovechamiento de los recursos y la defensa de la
independencia política y económica.
El artículo 27
respondió a las preocupaciones agrarias y pretendió solucionar el problema de
la tenencia de la tierra. Sus disposiciones recuperaban aspectos de la
legislación virreinal, pues se reconocía a la nación —como antes al rey— como
propietaria original de aguas, tierras y subsuelo. La Constitución otorgó al
Estado el derecho de “imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte
el interés público”. Así, se volvió a reconocer
la propiedad
comunal y el derecho de los pueblos a disponer de tierras que, como ya lo
estudiaste, se había prohibido en la Ley de Desamortización de 1856. Además, se
abrió el camino al reparto de éstas a los campesinos que no las poseían,
tomando en cuenta la propuesta de los zapatistas.
El artículo 123
respondió a las necesidades de los obreros y a su larga lucha. Se establecieron
derechos y deberes de los trabajadores, como el derecho de huelga, y se
introdujeron otras, como el descanso semanal, la jornada máxima de trabajo y el
salario mínimo. ¿Recuerdas que los obreros trabajaban hasta 16 horas todos los
días de la semana y que el patrón podía pagarles lo que quisiera? Lo anterior
cambió en 1917.
Además, se exigió
que los talleres contaran con adecuadas condiciones de higiene y seguridad, se
prohibió el trabajo infantil y la discriminación por sexo o nacionalidad.
En conclusión,
los constituyentes de 1917 elaboraron una Carta Magna que aseguraba no sólo las
libertades individuales por las que habían luchado los hombres del siglo XIX,
sino los derechos sociales a la educación, al trabajo, a la tierra, y
estableció al Estado como eje del nuevo orden.
La Constitución
de 1917 es la que nos rige. Muchas veces ha sido reformada, para adaptarla a
las circunstancias, que cambian con el tiempo, pero sus principios básicos
siguen normando la vida de México.
Hola estudio la secundaria y quisiera que me ayudara a hacer mi tarea. por que nos dijo mi profesor de historia que la revolución mexicana fue una guerra civil
ResponderEliminarLA REVOLUCION FUE UNA GUERRA CIVIL POR QUE DOS IDEOLOGIAS DE GRUPOS POLITICOS DISTINTOS SE ENFRENTARON ENTRE SI, EN ESTE CASO LOS PORFIRISTAS Y MADERISTAS, LUEGO DEL TRIUNFO MADERISTA EL MOVIMIENTO ARMADO TOMÓ DIFERENTES POSTURAS: VILLISTAS, ZAPATISTAS, CARRANCISTAS, OBREGONISTAS, CALLISTAS, ETC.
Eliminar¿Prfesor queria preguntarle cuando termina la revolucion mexicana?
ResponderEliminarActualmente no existe un consenso sobre cuándo terminó el proceso revolucionario. A mi parecer termina en 1920.
Eliminarmegusta la pagina saludos profe
ResponderEliminarEspero que sea para complementar su proceso de aprendizaje de la historia de México
Eliminarhola
ResponderEliminarme puede ayudar con el tema de diversidad social y regional de los movimientos revolucionarios y sus lideres
ResponderEliminarme puede ayudar con el tema de diversidad social y regional de los movimientos revolucionarios y sus lideres
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